domingo, 26 de abril de 2009

¿Escuelas diferenciadas?

Al colegio se va para aprender, en eso estamos una gran mayoría de acuerdo pero, asomada a la actualidad, me parece interesante hacer una pequeña reflexión sobre el objeto de ese aprendizaje: En este siglo XXI, tecnológico y global, el saber está a nuestro alcance por muy variados medios. Hace décadas que la escuela ha trascendido su papel protagonista en la transmisión del conocimiento, ahora una de sus funciones principales es la socialización, convertirse en el espacio básico para la convivencia y el conocimiento del otro, ser el lugar donde adquirimos las destrezas básicas para la expresión de nuestro ser y sentir y el respeto por los demás. La diferencia es lo que nos enriquece, lo que nos ayuda a crecer y a incrementar nuestra capacidad de análisis y crítica.

Los argumentos de las llamadas escuelas diferenciadas, es decir, "escuelas sólo para niñas" o "sólo para niños" basadas en los distintos procesos de aprendizaje, los conflictos emocionales, los diferentes porcentajes de éxito o fracaso escolar, ... en función del sexo del discente se caen por su peso. Razonamientos semejantes servirían para muchas otras variables y ... ¿tendríamos que hacer también escuelas diferenciadas para ricos y pobres, payos y gitanos, nativos e inmigrantes, superdotados y "normales", …? ¿qué hacer con los que ya tienen diagnósticos concretos y que precisan de atención educativa especializada?

A estas alturas de la historia de la pedagogía, con las experiencias innovadoras de demostrada eficacia que se han puesto en marcha, cuando la escuela ha hecho grandes inversiones y avances en la integración de todo el alumnado... ¿algunos pretenden reafirmar sus teorías segregacionistas para dar respuesta a los retos educativos? ¿y además se rebelan si se les retiran las subvenciones públicas?

Lección nº 1: Problemas complejos no admiten respuestas simples.


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